lunes, 15 de noviembre de 2010

Y cuanto más se acerca, más guapo es.

En unos cinco minutos ya estaba en el parque. Miré por todos lados, pero no vi ni a Nanni ni a Auro. Me senté en un banco para esperarlas. Y no tardaron mucho en aparecer. Las dos juntas. Riéndose mientras comentaban algo gracioso. Esas eran mis amigas. Despreocupadas. Alegres. Divertidas.

- L. – dijo Nanni mientras me daba un beso en la mejilla. Auro repitió el mismo gesto. - ¿Llevas mucho rato esperando?
- No, un par de minutos quizá. Bueno, ¿qué hacemos?
- ¿Nos vamos de compras? – propuso Auro.
- Yo paso. – cortó Nanni. – No tengo demasiado dinero. Y me lo estoy ahorrando para el sábado. Además, seguro que si vamos me tengo que comprar algo y no quiero.
- Vale. De compras descartado. –Auro se quedó pensando mirando al cielo. - ¿Y si vamos a algún sitio a tomarnos un helado o una coca-cola? Hoy hace mucho calor, y me apetece algo fresco.
- Yo conozco un bar por aquí cerca que es bastante barato y va mucha gente joven. – añadí.
- Pues… ¿a qué estamos esperando?

Nos encaminamos hacia el Tomato. Estaba segura de que les iba a encantar.
Al entrar saludé a Robert con la mano. Él me guiñó un ojo. Vi una mesa vacía al fondo. La misma en la que me senté con Cynthia el día anterior. Fuimos hacia allí y nos sentamos cómodamente.

- ¿Qué queréis para beber, chicas? – Robert ya estaba allí dispuesto a tomarnos nota.
- ¿Tenéis helados? – preguntó Auro.
- Claro, aquí tenemos de todo.
- Entonces ponme un cono de chocolate.
- A mí una fanta de naranja. – contestó Nanni.
- Y yo quiero una coca-cola light, por favor.
- Marchando un cono de chocolate, una fanta de naranja y una coca-cola light. – dijo Robert gritando mientras se marchaba de la mesa en dirección a la barra, al igual que había hecho el día anterior.
- ¿De qué conoces tú este bar? – preguntó Auro.
- Vine ayer con Cynthia aquí, y la verdad es que me gustó bastante. Y estamos rodeadas de gente de nuestra edad.
- Si, es verdad. – añadió Nanni.
- Aquí tenéis chicas. Si queréis algo más, no dudéis en llamarme.
- Vale, Robert. – le contesté. Él asintió con la cabeza y se fue.
- Ese tal Robert está muy bien, ¿eh? – dijo Nanni.
- Demasiado. – añadió Auro.
- Sí, pero es más mayor que nosotras. Además, vosotras tenéis novio… ¿de qué estáis hablando?
- Oye, que porque tengamos novio no quiere decir que nos quedemos ciegas, ¿eh? Si un chico es guapo, lo voy a decir igual teniendo novio o no. – Nanni asintió en señal de que estaba de acuerdo con lo que acababa de decir Auro.

Nos tomamos cada una lo que habíamos pedido, y nos quedamos un rato allí hablando. Miré varias veces hacia la mesa donde el día anterior estaba sentado Mark, pero al parecer, ese día no estaba. “Que pena” pensé. Me apetecía ver a ese chico. Me había caído bien. Era simpático y agradable. Y me había tratado perfectamente desde que me conoció.

- Menuda pandilla de chicos acaba de entrar por la puerta ahora mismo. – comentó Nanni.
- A ver. – me giré. Ahí estaba. Mark acababa de aparecer en el Tomato junto con sus amigos. – Está Mark.
- ¿Mark? ¿Quién es Mark? – preguntó Nanni. - ¿Qué me he perdido?
- Conocí a Mark ayer en el instituto y por la tarde me lo encontré aquí y estuve hablando con él un rato.
- ¿Pero cuál de todos es Mark?
- El que se acaba de sentar ahora mismo en la silla. El moreno alto con ojos marrones claros. Pero no miréis tan descaradamente, que se va a dar cuenta de que estamos hablando de él.
- Es muy guapo. Pero muy, muy guapo. – comentó Auro.
- Ya lo sé. – dije sonrojándome.
- ¿Es que te gusta?
- ¡No! ¡Claro que no! – intenté aclarar. – Pero está claro que él chico está de buen ver.
- No te lo discuto. – dijo Nanni.
- Si, y cuanto más se acerca, más guapo es. – dijo Auro.

Me empecé a poner nerviosa. Me giré y, en efecto, Mark venía hacia mi mesa. Al parecer, me había visto, o había visto a mis amigas mirándole sin disimular.

- Hola Leire. – dijo Mark nada más llegar. – Segundo día que te encuentro aquí.
- Sí. Me gusta este sitio. – sonreí. – Por cierto, estas son Nanni y Auro. – dije mientras las señalaba.
- Encantado. Yo soy Mark. ¿Sois del instituto también?
- Sí, vamos a la misma clase que Leire. – comentó Auro.
- Ya decía yo que me sonaban vuestras caras. – todos reímos sonoramente.
- Por cierto Mark, este sábado habíamos pensado ir todos los que nos juntamos al parque a hacer botellón y después a un pub que nos gusta bastante. ¿Te quieres apuntar? – le pregunté.
- Vale, me gusta la idea. ¿Se pueden venir también mis amigos?
- Por supuesto. Tus amigos también tienen que venir.
- De acuerdo. El sábado allí estaremos. Bueno, me voy con ellos que ya están pidiendo, y seguro que no piden por mí. Hasta luego.
- Adiós Mark. – le despedí con la mano. Él se fue.
- Vaya, no te has andado con rodeos, ¿eh? – Nanni me dio un pequeño codazo en el brazo. – Siento decirte, querida Leire, que ese chico te gusta. Y si no te gusta, al menos te pone.
- ¡Nanni! ¿Pero qué estás diciendo? Ya te lo he dicho antes. Ese chico me cae bien, y ya está. Siempre que estoy bien con un chico, pensáis que me gusta, y no es así.
- Claro que no. Pero digas, lo que digas, a ti Mark te gusta.
- Entonces… ¿también me gusta Dani, no? Porque mañana he quedado con él para venir aquí a hablar un rato.
- Sí, Dani también te gusta un poco. – dijo Auro.
- Claro, y a mí me gustan todos. Estáis muy equivocadas, chicas.

Nos quedamos mirándonos. No me gustaba nada lo que acababan de decir. Yo ya era bastante mayorcita para saber que chico me gustaba y quién no. Y Mark no me gustaba. Y Dani… Dani ya era diferente. No sabía exactamente si me gustaba o no, pero algo sentía por él. Debía aclarar esos sentimientos hacia él.

Safe Creative #1010117551608

0 me acuerdo de tí: