miércoles, 2 de septiembre de 2009

Te odio, Fanny.

Fuimos a la mesa a rellenarnos el vaso de nuevo, y de repente sonó una canción de reggaetón que me encantaba. Arrastré a mis amigas al centro de toda la gente y empezamos a bailar como unas locas. Íbamos demasiado contentas. Yo apenas me podía mantener recta. Me balanceaba de un lado al otro. Cogí a Nanni y empezamos a bailar juntas. Auro dijo que iba a sentarse cerca de la mesa, porque estaba un poco mareada. Nosotras asentimos y seguimos bailando. Después de un par de canciones, fuimos de nuevo hacia la mesa a cogernos otro cubata. Estaba muy mareada, pero quería que ese día fuera la mejor fiesta de mi vida. Al llegar vimos que Auro estaba hablando con Isaac. Nanni y yo empezamos a darnos codazos la una a la otra para avisarnos de lo que estábamos viendo, pero lo que observamos a continuación nos dejó con la boca abierta. Isaac se estaba acercando a Auro, y de repente ¡se empezaron a besar! Nanni y yo nos miramos boquiabiertas y empezamos a abrazarnos y a saltar como si fuéramos unas niñas pequeñas a las que les han dicho que van a ir al circo. ¡No me lo podía creer! ¡Auro con mi hermano! Lo que ella quería lo había conseguido. Estaba muy contenta.
Volvimos Nanni y yo a la pista de baile con los demás para que ellos tuvieran algo más de intimidad, aunque dudaba que se hubieran dado cuenta de que los habíamos visto. Mientras bailaba vino Edgar, me cogió por detrás y empezó a bailar conmigo. Me cogía de la cintura y me daba vueltas.
- ¿Cómo vas? – me preguntó.
- Creo que voy demasiado mareada. Pero muy, muy mareada. – él se rió. Se acercó para darme un beso en los labios. Pero Ben nos interrumpió.
- Edgar, vamos a fumarnos unos porros, anda. Que tengo mono.
- ¿Te vienes? – me preguntó Edgar.
- No, lo siento. Sabes que a mí eso no me va.
- Es verdad, perdona. Luego te veo, ¿eh? – asentí con la cabeza.

Nanni y yo seguimos bailando, pero después de otra media hora bailando decidimos sentarnos. Estábamos muy cansadas. Nanni me dijo que se iba a subir a darse un chapuzón en la piscina. Le dije que tuviera cuidado, porque iba bastante mareada y le podía pasar algo. Decidí acompañarla pero cuando vi que en el césped de la piscina estaba Eric bebiéndose un cubata decidí irme para dejarlos solos. Le guiñé un ojo a Nanni para desearle suerte. Ella me vio y me sonrió. “Espero que haya suerte y hable con él” pensé.
Estaba sola. Totalmente sola. No sabía qué hacer ni dónde ir. Me extrañaba no ver a Fanny y sus amigas por allí. La verdad es que desde la comida no las había visto y eso me resultaba algo raro, porque ellas siempre estaban entre el montón de gente haciéndose de notar.
Decidí ir a buscar a Edgar. Quería estar con él. Fui hacia donde se había ido con Ben media hora antes, pero cuando llegué al banco en el que supuestamente estaban los dos, pero allí solo se encontraba Ben fumándose un cigarro.
- ¿Y Edgar? ¿Dónde está? – le pregunté sin andarme por la ramas.
- Pues la verdad es que no lo sé. Va muy ciego. Me dijo que iba a ir a por algo a la habitación, pero eso fue hace ya algo más de diez minutos. Yo no sé qué mierda estará haciendo. – dijo algo enfadado.
- Bueno te dejo, voy a ver si lo veo, ¿vale? – intenté levantarme del banco en el que estaba sentada junto a Ben, pero me fallaron las piernas y aterricé en el suelo. Enseguida me ayudó a levantarme.
- Bueno, bueno, como vamos Leire. Como te vea tu hermana o tu hermano así… - me puse el dedo índice en la boca como símbolo de que no dijera nada a nadie. Él se rio y volvió a sentarse.

Me dirigí hacia dentro de la casa en busca de Edgar. Por el camino me crucé a Cynthia. Le dije que Ben la estaba esperando en el banco de fuera. No era cierto, pero seguro que así surgía algo entre ellos. Estaba segurísima de ello.
Pasé por casi todas las habitaciones de la casa, pero no encontré a Edgar. De pronto vi que una de las habitaciones en la que no había entrado tenia la puerta entre abierta. Decidí entrar en esa. Abrí un poco más la puerta. Lo que vi hizo que me tambaleará. En la cama, tumbados, se encontraba Edgar y Fanny besándose apasionadamente. ¡Era imposible! Edgar me había dicho que me debía un beso, y estaba casi segurísima de que lo iba a cumplir. Pero ahora sabía que no iba a ocurrir. Además, Fanny había ganado la apuesta. A partir de ahora debería alejarme de Edgar, ese chico del que estaba locamente enamorada. Empezaron a resbalarme por la mejilla algunas lágrimas provenientes de mis ojos. No entendía porque estaba llorando. Estaba acostumbrada a saber que Edgar se liaba con miles de chicas, pero no me hacía nada de gracia que esa chica fuera Fanny. Pensaba que iba a ser yo la que ganara la apuesta, pero Fanny era la triunfadora. No podía hacer nada al respecto.
Me di media vuelta y salí corriendo de aquel sitio. Como iba mirando al suelo, no me di cuenta de que por allí había gente y me topé con Eloy.
- ¿Qué te pasa Leire? ¿Por qué estás llorando? – intenté explicárselo, pero no mediaba palabra. – Espera, aquí hay mucha gente, vamos a otro lado.

Me cogió de la mano, y sin pensárselo dos veces nos metimos en el cuarto de baño. Me hizo que me sentara en la taza del váter. Él se puso delante de mí de cuclillas.
- Ahora sí, ¿qué es lo que te ocurre? Y tranquilízate anda, que estás muy nerviosa. – me dijo.
- Pues que he entrado a una habitación y me encontrado a Edgar y a Fanny liándose. Y es que…
- Edgar es el chico que te gusta y Fanny tu enemiga, ¿me equivocó? – negué con la cabeza.
- Lo que pasa es que Edgar había estado tonteando conmigo desde hacía bastantes semanas. Y como soy tan tonta, había pensado que le interesaba.
- Si es que Edgar es así de mujeriego. Además, creo que tú lo conoces mejor que yo. – asentí. – Pero no te preocupes, Leire. Hay miles de chicos en el mundo. Y me juego lo que quieras a que más de la mitad de ellos estarían deseando liarse contigo ahora mismo. – mientras decía esto me quitó una lágrima que resbaló por mi mejilla derecha.
- Si seguro, eso lo dices por animarme.
- ¿Tú crees? – me miró fijamente a los ojos. Era irresistible. – Yo ahora mismo me estoy muriendo por besarte.
- Pues hazlo. – dije sin pensármelo.


Safe Creative #0909024353607

PD: Por favor, seguir pasandoos por el blog de mi amiga Jess "La Dura Vida de Jess" y dejarle algún comentario, que en esta última entrada solo ha tenido cuatro. GRACIAS.