jueves, 3 de septiembre de 2009

Empezó a acercarse lentamente a mi cara. Me cogió la cara con las dos manos y la acercó lentamente a la suya. Yo cerré los ojos y él posó suavemente sus labios sobre los míos. Estaba dando mi primer beso. Esperaba que él no se diera cuenta de ese pequeño detalle. Poco a poco introdujo su lengua dentro de mi boca, y se puso a juguetear con la mía. Me estaba dando mi primer beso con un chico que acababa de conocer hacía un par de horas. Pero la verdad es que no me importaba demasiado. Eloy me atraía muchísimo. Además, había sido muy amable conmigo y eso daba puntos a su favor.
Después de un par de minutos besándonos, salimos del baño cogidos de la mano. Salimos fuera de la casa. La gente aún seguía bailando y bebiendo, pero yo decidí no beber más. Ya iba bastante mareada como para beberme otro cubata más. Eloy me dijo que se iba a dar un baño en la piscina. Decidí acompañarlo. Cuando entramos en la piscina, pude ver como Nanni se estaba liando con Eric. Él estaba colocado encima de ella, y se besaban apasionadamente. Eloy y yo nos miramos, y aunque no queríamos molestarlos, entramos en la piscina y nos sentamos algo alejados de ellos, para no interrumpirlos.
- ¿Ya estás mejor no? – me preguntó Eloy al cabo de un par de minutos mirando la piscina.
- Si, gracias. Ya estoy algo mejor.
- Por cierto, ¿cuántos años tienes? Es que antes te lo quería haber preguntado pero se me ha pasado.
- ¿Y tú?
- Te he preguntado yo primero, pero vale, te lo diré. Tengo 19. - ¿cómo? Mi primer beso había sido con un chico de 19 años. ¡No me lo podía creer!
- ¿19? Yo tan solo tengo 15. – le cambió la cara por momentos, aunque él sabía que iba a la clase de su hermano por lo que mi edad rondaba por esos límites.
- Vaya. Pues no los aparentas la verdad.
- Gracias, creo. – los dos nos reímos.
- Por cierto, ¿a qué hora te vas a ir a casa?
- Pues no lo sé, porque he venido con el hermano y el primo de Auro. No sé si los conocerás, son Hugo y Dani.
- Si, claro que los conozco. Somos colegas.
- Iba a venir con Eric, y mis hermanos, pero al final cambié de idea.
- ¿Carla e Isaac son tus hermanos? Pues no os parecéis la verdad,
- Ya, la verdad es que no. Carla es una rubia despampanante que deja boquiabierto a cualquier chico. E Isaac es el típico chico por el que cualquier chica babea. Y luego estoy yo. Una chica normal y sin nada de especial.
- ¿Sin nada de especial? Toda tú eres especial. – se acercó a mí y me dio un beso.
- Muchas gracias, Eloy. Sabes como tratar a las mujeres. – se volvió a acercar a mi y me dio otro beso.
- Por cierto, toma mi número de teléfono, así podremos estar en contacto, porque no quiero que esto se acabe aquí, ¿vale? – me dio su número.
- Claro. Yo tampoco quiero que esto se acabe aquí. Me has encantado. – no sé porque había dicho eso. Con lo vergonzosa que yo era…
- Y tú a mí. Pero ahora me tengo que ir. Hasta luego Leire. – me dio un último beso, se levantó y desapareció de la piscina.

Me quedé un rato tomando el sol. Quería que el mareo que llevaba desapareciera pronto. No me encontraba nada bien. Oí unos pasos cerca de mí. Abrí un ojo y vi como Eric se marchaba de la piscina. Giré la cabeza hacia la derecha. Nanni venía hacia mí. Se sentó a mi lado y dio un gran suspiro.
- No te quedes callada, y cuéntame todo lo que ha pasado. – le dije.
- Tía, aún no me lo puedo creer. Cuando me dejaste aquí, me senté a su lado y empezamos a hablar de cosas: me contó lo que le había pasado con tu hermana, y me dijo lo mismo que ella nos había contado, ¿te acuerdas? – asentí con la cabeza. – Pues me lo estaba contando cuando de repente me suelta: “¿Quieres que le demos envidia?” Y va y me empieza a besar. Me quedado de piedra. No sabía como reaccionar.
- ¡Que bien, Nanni! Por fin lo has conseguido, después de tantos años.
- Pero L, tengo miedo de que solo sea un simple rollo. Y viniendo de él se que solo es eso. Por eso estoy así de triste. Pero bueno, con el tiempo… ¡Dios dirá!

Yo le estuve contando lo que me había ocurrido: lo de Ben en el banco, lo de Edgar y Fanny besándose en una habitación, y lo mío con Eloy.
- ¿Tú? ¿Con Eloy? Pero ese chico es mayor, ¿no?
- Si, claro que es mayor. Tiene 19 años. Pero no me importa, ¿sabes? Desde un primer momento me ha tratado muy bien. – le dije.
- Pero no te fíes, porque los chicos saben camelarse muy bien a las chicas para conseguir lo que quieres, y después… ¡pam! Te lo puedes encontrar fácilmente liándose con otra.
- Eso ya lo sé N, pero con Eloy es diferente. Sé que él no es así.
- ¿Y cómo lo sabes? – esa pregunta era muy difícil de contestar.
- No me preguntes el por qué lo sé. Pero simplemente lo sé.

Nos tumbamos de nuevo las dos y seguimos tomando el sol hasta bien entrada la tarde. Después cogimos nuestras toallas y nuestras cosas y nos fuimos hacia la casa.
Ayudamos a recoger todas las cosas, ya que eran casi las ocho de la noche y debíamos volver a casa. Dejamos la casa y los alrededor bien limpios.
Nos metimos todos en el coche de Dani rumbo a nuestras respectivas casas. A mí fue a la primera que me dejaron. Me despedí de todos ellos, y entré en casa. Mis hermanos aún no habían llegado. Le di un beso a mamá y fui directa a darme una ducha. Al salir, me puse el pijama y me acosté. No tenía nada de hambre. De hecho, tenía el estómago revuelto. Había bebido demasiado, y ahora me estaba pasando factura.
Estuve pensando durante varios minutos todo lo que había ocurrido durante el día. No me podía creer que Fanny hubiera conseguido liarse con Edgar. Estaba casi convencida de que Edgar sentía algo por mí, pero me había demostrado que no.
En el fondo estaba algo contenta, porque gracias al beso entre Fanny y Edgar yo me había besado con Eloy. Ese chico me gustaba, y mucho. Pero quería ir poco a poco con él. No quería equivocarme otra vez.


Safe Creative #0909034358494

PD: Seguir pasando por el blog de mi amiga Jess "La Dura Vida de Jess" GRACIAS.