miércoles, 16 de diciembre de 2009

Pros y contras.

- Dime, ¿qué te ocurre?
- Te he visto esta tarde un poco fría conmigo, ¿no crees? – mientras me decía estas palabras, no se atrevía a mirarme a la cara. No desviaba los ojos del suelo.
- La verdad es que sí. No sabía cómo actuar después de lo que me dijiste ayer.
- De eso mismo quería hablar contigo. ¿Has asimilado ya lo que te dije? – soltó una pequeña risita nerviosa.
- …. – pensé durante unos segundos. – No, aún no, lo siento. Un día es poco. Necesito algo más de tiempo para pensarlo. Me dolió mucho que te liaras con Fanny. Y estoy mirando los pros y los contras de una posible relación contigo. Así que supongo que el sábado te podré contestar.
- ¿El sábado?
- Sí, ¿qué pasa?
- Demasiado tiempo. Pero bueno, esperaré, no me importa. – los dos sonreímos.

En ese momento me apeteció acercarme a él. Que me abrazara. Que me besara apasionadamente. Un beso único, increíble. Que nunca hubiera dado a otra chica. Pero en cambio, solo me atreví a decir:
- Ya hablaremos, Edgar. Hasta mañana. – abrí la puerta de casa y entré en ella.

Me quedé apoyada en la puerta durante un par de minutos. Pensaba en si había actuado bien. Quizá le tenía que haber dicho que sí, que me gusta mucho y que quería salir con él, y haberle dado un cálido beso en esos labios que tanto deseaba. O quizá no. Quizá había actuado bien diciéndole que el sábado le diría la respuesta.
Con la cabeza echa un lío, subí a mi habitación a cambiarme porque mi madre estaba preparando ya la cena. Me puse el pijama y bajé a la cocina.
- Hola mamá.
- Hola cariño, ¿qué tal la tarde?
- Muy bien. He estado en el parque con mis amigas. Bueno, y con Isaac y sus amigos.
- ¿Con Edgar también? – me quedé sorprendida por esa pregunta.
- Si, ¿por qué?
- No, porque te noto algo extraña. Y siempre que te noto así, es porque has estado con él.
- ¡Ay mamá! No digas tonterías, anda. No tiene nada que ver una cosa con la otra.
- Ya lo sé, pero siempre da la casualidad de que cuando estás así, por medio ha estado Edgar.
- Sabes desde siempre que ese chico me ha gustado. – mi madre lo sabía, pero no estaba dispuesta a contarle todo. – Y ahora, últimamente, estamos más juntos, pero nada más.
- Me alegro.
- ¿De qué? ¿De qué estemos más juntos? ¿O de qué no tengamos nada?
- … - mi madre no sabía que contestar. – Creo que de las dos cosas, cariño. – se acercó y me dio un sonoro beso en la frente.

Carla entró ese momento en casa. Al parecer había pasado fuera toda la tarde, aunque yo no lo sabía. Seguro que había quedado con Hugo en su casa. Se veían todos los días. Carla se estaba pillando por ese chico, y viceversa.
- Hola mamá. Ya estoy aquí. – dijo mientras entraba en la cocina y daba un beso a nuestra madre. – Hola a ti también, enana. – me despeinó el pelo.
- Carla, ahora cuando subas a tu cuarto llamas a tu hermano, que ya está la cena.
- No iba a subir a mi cuarto, pero no te preocupes. Ahora voy. – salió disparada a llamar a Isaac.
- Otra que también viene muy feliz cuando sale por las tardes. ¿Qué os pasa? – preguntó mi madre mientras se sentaba en la mesa a esperar a mis hermanos. Yo la imité.
- Cosas de la edad. – dije yo.

En apenas unos minutos, mis hermanos estaban en la cocina sentados en la mesa y cenando. Mi madre solo hacia que mirarnos a los tres. Isaac comía animadamente, con una sonrisa de oreja a oreja. Carla no lo demostraba tanto, pero también se le veía feliz. Y luego estaba yo, que no sabía como expresar mis sentimientos. Por una parte estaba feliz porque Edgar me había dicho sus sentimientos hacia mí. Pero por otra parte, no estaba segura si decirle que sí a lo de intentar una relación. Tenía miedo de que se fuera a ir con otra chica, y todo lo que me estaba diciendo fuera mentira.
Al acabar de cenar, y entre todos, recogimos la mesa. Mi madre se fue a dormir enseguida. Estaba cansada. Nosotros lo entendimos. Carla siguió a mi madre. Decía que también se iba a dormir. No era normal que se acostara tan pronto. Seguramente se conectaría un rato en el ordenador.
En cambio yo me quedé en el comedor viendo un rato la tele. Empecé a cambiar de un canal a otro, sin encontrar nada que me gustase. Al final tuve que dejar uno de esos programas de cotilleos en los que llevan a “famosillos” para hablar de sus vidas privadas. A Isaac no le gustaban para nada ese tipo de programas, pero vino y se sentó al lado mío. Estuve esperando durante un largo rato a que me volviera a pedir perdón por el comentario que había dicho esa misma tarde en el bar. Por fin dijo:
- Siento lo del comentario de esta tarde.
- Vale, Isaac, no me lo vuelvas a recordar, por favor. Ya he tenido suficiente con lo de esta tarde. – le dije sin apenas mirarle a la cara.
- Además, tampoco ha sido nada del otro mundo. Ni Edgar le ha dado importancia.
- Pero haber, no es que Edgar le haya dado importancia o no, es que, simplemente, ese comentario sobraba. Nadie tiene porque saber que Edgar me gusta.
- ¡Pero si lo sabe todo el mundo! Bueno, a lo mejor todo el mundo no, pero los que estábamos allí sentados, sí.
- Ya lo sé. Pero ¿a que a ti tampoco te gustaría que te dijeran delante de tus amigos que te gusta Auro?
- Pues… me daría un poco igual.
- Claro… Bueno, dejemos el tema en paz. No quiero seguir hablando de lo mismo durante toda la noche.
- Vale, lo que quieras.

Los dos nos callamos y no volvimos a hablar durante todo lo que duró el programa. Después, ambos nos levantamos del sofá y nos dirigimos a nuestra habitación dándonos las buenas noches.

Safe Creative #0912165123879

PD: Hola a todos. Antes que nada deciros que muchas gracias por todos los comentarios que he recibido en las últimas entradas. Me haceis muy feliz, de verdad. Quería deciros que he leido varios comentarios en mi última entrada que preguntaban por el blog de mi amiga Jess. Como sabeis, ella no tiene internet, y tenía que postear yo. Después de algún tiempo pensándolo, ha decidio dejar un poco el blog, porque decía que si no tenía internet no podía contestar a los comentarios y no podía disfrutar de lo que es en sí su blog. Espero que pronto le pongan internet sus padres y pueda seguir con su novela, ya que es fantástica, y aunque al principio tuvo algunas críticas, al final a la gente le acabó enganchando.
Un beso para todos. SIEMPRE CON VOSOTROS. LEIRE.