martes, 13 de abril de 2010

En este mundo tiene que haber de todo

Entré de nuevo al pub. Todo el mundo seguía en la pista bailando, excepto Nanni y Auro que se encontraban en una de las mesas hablando. Me hice paso, como pude, entre la multitud y me senté con ellas.

- Hola chicas.
- Hola Leire. – me dijo Nanni. - ¿Cómo estás? Me acabo de enterar de lo que te ha dicho Edgar. ¡Pero te has perdido lo mejor! Auro ha entrado toda rabiosa y le ha pegado cuatro gritos a Edgar. ¡Se ha quedado de piedra! No sabía qué decir. – Auro sonreía victoriosa.
- ¿Enserio? – pregunté, aunque sabía de sobra la respuesta. No conocía a Auro de mucho tiempo, pero sabía lo que era capaz de hacer.
- Te lo juro. – dijo Nanni. – Ha estado fabuloso. Por cierto, ¿cómo estás? Que antes no me has contestado.

Les conté todo lo que me había pasado fuera: lo que Fanny me había dicho, lo de Eloy y todo lo demás.

- Y eso ha sido todo. ¿Y tú qué, Nanni? Antes hemos ido al baño y parece ser que te hemos pillado muy ocupada.
- Sí, bueno… - dijo la aludida.
- ¿Cómo que sí, bueno? – gritó Auro. - ¡Te estabas comiendo la boca con Eric!
- ¡Tshh! Calla. – dijo Nanni mirando a su alrededor. Auro había elevado demasiado el tono. – No quiero que se entere nadie.
- ¡Pero si te ha visto todo el mundo!
- Eso no es verdad. Solo me habéis visto vosotras.
- No creo. Te habrá visto todo aquel que haya ido al baño, lo que pasa es que no se habrán atrevido a pasar para no interrumpiros, como nosotras.

Nanni miró a Auro, y después a mí, pero no añadió nada más. Miré al suelo. Auro se dio cuenta y me dio un beso en la mejilla. No dijo nada más, ya que con ese beso sobraban las palabras.
Desvié la mirada hacia la pista de baile. Carla y Hugo bailaban alegremente los dos juntos; Eloy y Dafne estaban en la barra y hablaban entre besos y abrazos; Cynthia y Ben salían ese mismo momento fuera del pub; y Fanny y Edgar estaban sentados en otra mesa. Ella le estaba contando algo, pero Edgar solo hacía que dar caladas a un cigarro que se acababa de encender. ¿Cómo puede cambiar tanto una persona en tan solo un par de horas?
Me costaba comprender e intentar asimilar todo lo que había ocurrido. No entendía por qué no me había dejado explicarle lo de Eloy. Seguramente se lo hubiera aclarado, y todo se habría arreglado. A saber lo que le había contado Fanny. Seguro que había tergiversado toda la historia. De eso estaba segurísima. ¿Cómo podía ser así? Simplemente, porque en este mundo tenía que haber de todo.

- ¡Leire! ¿Estás o no estás? – Nanni me estaba hablando. Salí de mis pensamientos sobresaltada.
- Sí, estoy. Lo siento. Estaba pensando en otras cosas.
- Ya, nos hemos dado cuenta. Bueno, nosotras nos vamos a ir ya a casa. ¿Tú qué vas a hacer? – preguntó Auro. – Mi hermano me está haciendo señas en plan de que se va, por lo que supongo que tu hermana Carla también.
- Pues no sé lo que voy a hacer, chicas. No quiero irme sola a casa, pero es que no sé donde está Isaac. ¿Lo habéis visto? – miré a Auro.
- A mí no me mires. No me ha hecho caso en toda la noche. Y hace bastante tiempo que no lo veo por aquí. – miró de nuevo a Hugo, que estaba en la pista de baile y seguía haciéndole señas. – Bueno, lo siento chicas, pero yo me voy ya. Os llamo mañana para ver que tal lleváis la resaca post-fiesta. – sonrió.
- Adiós. – contestamos Nanni y yo a la vez.

Auro se fue hacia donde estaban Hugo y Carla. Mi hermana se despidió de mí con la mano. Lo mismo hizo Hugo y, más tarde, Auro. Esperaba encontrar a Isaac, o me tendría que ir sola a cada.
Nanni recibió un mensaje en el móvil. Lo miró, y una sonrisa apareció como por arte de magia en su cara.

- ¿De quién es el mensaje que acabas de recibir? – pregunté.
- Es de Eric. Me ha dicho que no va a tardar mucho en irse, pero que antes quiere hablar conmigo. No sé que querrá decirme.
- Yo si lo sé. Puede ser que quiera despedirse de ti porque hasta el lunes no te va a ver.
- No sé yo que decirte. Esto de hoy ha sido otro lio más, como el de la fiesta de Edgar. El lunes, él volverá a pasar de mí, como siempre y todo volverá a la normalidad.
- Eso no lo sabes, N.
- Tía, lo conozco. Sé cómo es Eric. Bueno, las dos sabemos cómo es Eric.
- Sí, pero no sé… a veces sorprende.
- Eso es verdad. Bueno, pues me voy fuera. Pero, ¿y tú? ¿Qué vas a hacer? ¿Te vas a quedar aquí sola?
- No, ahora buscaré a Isaac y nos iremos a casa. No te preocupes por mí.
- ¿Enserio, L? Que a mí no me sabe mal. Le digo a Eric que luego nos vemos y ya está.
- Que no, que no. Tú vete. No sufras por mí. De verdad.
- Bueno… si pasa algo mándame un mensaje al móvil, ¿de acuerdo? O me llamas.
- ¡Que sí! Anda, vete ya.

Nanni me dio un beso en la mejilla y salió también del pub. Y ahí estaba yo, en una mesa, sola, sin nadie con quien poder hablar. Y encima Isaac no estaba en el pub. ¿Cómo iba a volver a casa? No quería irme sola. Era de noche y me daba un poco de miedo.

En ese momento recibí un mensaje.


Safe Creative #1004135992062

NOTA DE LA AUTORA: Como sabeis, hoy empiezo a postear los martes y los jueves, por eso la entrada es algo más corta de lo habitual. Por lo demás, espero que os haya gustado. SIEMPRE VUESTRA. LEIRE.